Algunas muchas cosas que nunca cambian

Es posible identificar algunas continuidades entre lo ocurrido en la última dictadura militar y lo que ocurre en las cárceles hoy en día, e inclusive, entre lo que pasaba y continua pasando en la UP 9 de La Plata.

Desde hace 15 días que un grupo de 150 detenidos alojados en la unidad 9, en los pabellones universitarios y de trabajadores se encuentran en huelga de hambre. Reclaman una serie de modificaciones al código penal y al código procesal penal. Entienden que en los últimos años, se han sucedido una serie de reformas a estas leyes que fueron endureciendo y estableciendo criterios cada vez más restrictivos a la hora de conceder una excarcelación o una medida de morigeración a la prisión preventiva. En la Provincia de Buenos Aires la población carcelaria aumento de 21.104 personas en marzo de 2008 a algo más de 26.000 detenidos en marzo de 2010, de estos, el 80 % se encuentra procesado. Según nuestra constitución nacional, son inocentes, sin embargo y “por las dudas” deben pasar 3, 4, o hasta 5 años procesados, para que algún día un Tribunal Oral dictamine si es inocente o culpable.

Detenidos de otras unidades, como la Unidad 1 de Olmos, 8 de Los Hornos o 21 de Campana, intentaron unirse a esta medida de protesta, y recibieron una fuerte represalia por parte de las autoridades penitenciarias, los aislaron, los trasladaron, los amenazaron y golpearon.

La irracionalidad del sistema penal argentino, que atiende únicamente a los intereses de las clases dominantes, atemorizadas por la “delincuencia” hace que las cárceles del país se llenen de jóvenes y pobres, donde reina el sálvese quien pueda. En el año 2008 murieron 112 personas en cárceles de la provincia de Buenos Aires, en el 2007 murieron 101 y así año tras año. Los hechos violentos (agresiones del personal penitenciario, entre internos, etc.) según informa el propio SPB, fueron más de 7.000.

En el marco de un Habeas Corpus presentado en el año 2009 en beneficio de los detenidos en la UP 9 se constataron, entre otras cosas: instalaciones eléctricas sumamente precarias y peligrosas; inexistencia de sistema de calefacción; ventanas sin vidrios que permitan atemperar el frío invernal; condiciones de seguridad insuficientes; faltante de mangueras; inexistencia de plan de evacuación; comida escasa y de pésima calidad; acceso a la sanidad nulo, maltrato en este sector; faltante de colchones; inexistencia de provisión de elementos de limpieza; absoluta falta de higiene; humedad, celdas sin iluminación eléctrica; falta de agua caliente; frío extremo; desprendimiento de partes de la mampostería; cúmulos de basura; acceso arbitrariamente limitado al teléfono; pabellones y celdas sobrepoblados; detenidos durmiendo en colchones en el piso; falta de acceso a duchas.

Un ultimo paralelismo que destacamos en este articulo, es el silencio mediático que cubre todas estas aberraciones, la complicidad de los grandes medios masivos de (des)información. Prácticamente nada han dichos los medios, ni canal 13, ni el 7, ni clarín, ni pagina 12. En esto están juntos quienes juegan a ser distintos, por mas que algunos se digan defensores de los DDHH, y mucho digan de lo ocurrido en la dictadura, todos callan las violaciones sistemáticas a los DDHH que ocurren a diario en nuestra “cárceles de la democracia”.-

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