DIFUNDIMOS COMUNICADO JUSTICIA YA. La Plata.



A 66 meses de la desaparición de Jorge Julio López

El próximo 18 de marzo se cumplen 66 meses de la segunda desaparición forzada de Jorge Julio López. Desde JY La Plata una vez más debemos denunciar que a la inacción que padece la causa, a la parálisis judicial y política en la búsqueda del compañero y en el esclarecimiento total del secuestro, se le suma la sustanciación de una escandalosa causa, por la que en estos días se están tomando declaraciones, contra jueces y querellantes en el juicio al genocida Etchecolatz en cuyo marco desapareciera el compañero.

La denuncia fue hecha por los abogados patrocinantes de la familia de López, Gascón Cotti y Wortman Jofré, quienes presentaron una demanda penal para que se investigase a todas las personas de su entorno social, personas vinculadas a los organismos de DDHH, compañeros, jueces y fiscales como responsables de la desaparición por no haberle brindado protección en el juicio. La denuncia incluso sostenía que “López jamás militó en ninguna agrupación subversiva, ni ninguna banda de delincuentes, y su concurrencia a una unidad básica de Los Hornos estuvo vinculada a actividades comunitarias”.

TODOS SOMOS TESTIGOS DE LA IMPUNIDAD

La causa judicial es una muestra clara de la falta de voluntad política de esclarecer la desaparición de López, una prueba descarnada de las maniobras de impunidad y de encubrimiento de las que son capaces jueces y fiscales subordinados al poder político o a las fuerzas represivas.

Acusamos al Procurador General de la Nación, Esteban Righi, de no instruir a los fiscales para investigar a la principal sospechosa: la bonaerense.

Acusamos a los fiscales Marcelo Martini, Sergio Franco y Marcelo Molina de desviar las líneas de investigación hacia un punto muerto.

Acusamos a los jueces Arnaldo Corazza y Manuel Blanco por dejar caer la causa.

Acusamos a la Corte Suprema de la Nación por inacción.

A 66 meses de su secuestro y desaparición no existen imputados, ni líneas firmes de investigación. El Estado ha avalado el ocultamiento de información, la frustración de pruebas, el abandono de líneas de investigación, ya que ninguno de los funcionarios responsables de estas graves irregularidades ha recibido sanción alguna de parte del gobierno nacional o provincial.

Ha sido y es, precisamente, la persistente impunidad del secuestro y desaparición de Julio la que fomenta que las amenazas a los testigos, los abogados y a los militantes

vinculados a los juicios a los genocidas continúen y se agraven, transformándose en agresiones, secuestros y asesinatos.

Julio López fue un militante, un luchador en los ’70. Julio sufrió durante más de 20 años lo mismo que muchos, muchísimos, sobrevivientes: el silencio obligado por oídos que se negaban a escuchar. Julio, a sus setenta y pico, volvió a ser un militante, un luchador, le dijo basta al mutismo y decidió enfrentar a sus torturadores. Y lo hizo buceando en su memoria, recuperando su historia al compartirla con otros sobrevivientes, recorriendo con ellos metro a metro cada lugar de detención, hora a hora cada día de cautiverio. Lo hizo conectándose con las familias de sus compañeros de prisión, participando de actos por la justicia y también, denunciando a sus verdugos ante los estrados judiciales. Con gusto, con orgullo, repetimos una vez más todo lo que sabemos de Julio, no nos cuesta recordar qué hacía, en qué andaba, con quiénes, porque, paradójicamente, su ausencia significa, al menos para nosotros, una presencia permanente.

Una vez más la Justicia revictimiza a sobrevivientes y militantes de los Org. de DDHH, una vez más gira su mirada erradamente, por eso decimos basta ya! Acusamos de no cuidar a Julio ni a los miles de testigos ni a los centenares de miles de luchadores populares que también tomaron en sus manos esta pelea contra la impunidad de los genocidas, al gobierno nacional y al gobierno provincial por no haber separado de las fuerzas armadas, de seguridad y de Inteligencia a los torturadores y por no haber desarmado la red de complicidades que abarca a muchos más.

Exigimos a los poderes judicial, ejecutivo y legislativo que impulsen de manera concreta la investigación de los culpables del secuestro y desaparición de Jorge Julio López.


(foto de Gabriela B. Hernandez.)

Continúa el juicio a los genocidas del “Circuito Camps”


Continúa el juicio a los genocidas del “Circuito Camps”

En una semana que comenzó con la noticia de la muerte del genocida Rubén Oscar Páez y en la que estaban citados Jorge Rafael Videla y Santiago Omar Riveros como testigos de la defensa de Smart, tuvimos que soportar los "berrinches" de Etchecolatz. Más allá de todo esto la contundencia de los testimonios reafirma que lo importante del debate siguen siendo las/os sobrevivientes y sus familiares:

El día lunes declararon Angélica Raquel Moreira, Gustavo Escofet, Alejandra Santucho, Manuel Pedreira Y Carmen Leda Barreiro De Muñoz y el martes Teresita Lucía Cassino, María Olga Bustamante, Daniel Zerillo, Martín Trincheri, Hugo Pablo Marini Y Graciela Liliana Marcioni. Fue una constante de la semana, la presencia en los testimonios de la compañera Adriana Calvo en la organización y en la construcción colectiva del relato de los sobrevivientes.

Importantes testimonios dieron cuenta esta semana de la persecución de luchadoras/es universitarias/os, territoriales, docentes y arquitectos entre otros. Hubo algunos relatos especialmente conmovedores como el de Leda Barreiro quien presenció cómo su hijo de 9 años – “único de su familia que no fue desaparecido”- soportó la tortura sin decir una palabra y así preservó a sus hermanos mayores.

Alejandra Santucho -cuyos padres y su hermana Mónica de 14 años fueron asesinados- nos habló de la militancia de ellas/os en la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y en Montoneros. Sabemos que la historia de su apellido le valió a su pequeña hermana un particular ensañamiento. La misma Graciela Marcioni relató haber visto rayado en la pared de una celda de la comisaría quinta la frase “Acá hay que aguantar lo inaguantable” firmada por Mónica Santucho.

Tanto Alejandra de 10 años, como su hermano que era un bebé, quedaron después del operativo en que asesinaron a sus padres y secuestraron a su hermana Mónica, en lo de una vecina y ya habían sido identificados por el ejército. Antes de ser capturadas/os, fueron rescatados heroicamente de esa casa por compañeras/os de sus padres (que se disfrazaron de heladeros para ubicarlos y organizaron un rescate el día antes de la fecha en la que se suponía se iba a producir su captura) “yo pienso que me salvaron la vida, el lunes me hubieran asesinado a mí y mi hermano, seria un nieto mas al que buscarían las abuelas”.

Luego de un testimonio estremecedor en toda su extensión y ante la reivindicación de la lucha y la militancia de sus padres, la testigo tuvo que soportar la nueva intromisión de Etchecolatz, quien fue llamado por el público a callarse y a sentarse.

El último testigo del lunes fue Manuel Enrique Pedreida, quien fue interrumpido por los gritos de Etchecolatz desde la sala contigua al escenario “Soy Comisarío Mayor y me tienen que respetar” se escuchaba desde la sala de audiencias.

El Día martes escuchamos los testimonios de Teresita Cassino y Hugo Marini quienes dieron cuenta de la lucha del grupo de militantes de Chacabuco. Teresita nos hablo de su hermano Jose Cassino, quien era estudiante de medicina y presidente del centro de estudiantes de Chacabuco en La Plata y de su cuñada Clarisa García. También relato la búsqueda y la lucha de las/os familiares de desaparecidas/os en Chacabuco, en donde se publico en plena dictadura cívico-militar una revista denunciando las desapariciones.

Hugo Marini en una demostración impresionante del ejercicio militante de la memoria, repasó los nombres y apellidos de 53 compañeros y compañeras, con quienes estuvo en cautiverio en Arana y en la Comisaria Quinta de La Plata; dando detalles de sus vidas, de su militancia y de sus recorridos.

Graciela Marcioni fue la última en declarar. Esta fue la sexta vez que tuvo que prestar declaración y dijo al respecto, “declaro por respeto a los que ya no están” y reclamó que se articulen mecanismos para que quienes, como ella, vienen declarando una y otra vez puedan atestiguar sólo una síntesis, que se recuperen sus anteriores testimonios y se les evite revivir el horror. Al igual que Hugo Marini, repasó meticulosamente a todas las compañeras y compañeros con las/os que compartió cautiverio.

Por estas razones te invitamos a seguir presenciando las audiencias los días lunes y los martes en el edificio de la ex amia, para seguir escuchando a lxs compañerxs sobrevivientes y familiares, únicos y verdaderos artífices de estos juicios, porque fueron lxs únicxs que lucharon contra la impunidad desde el primer día y porque como Adriana dieron la vida para reconstruir el relato de quienes como nosotros sueñan y soñaron con un mundo sin opresores y sin oprimidos.


Colectivo de Abogadxs Populares La Ciega (COB La Brecha)

Este lunes 5/3 se reinicia, el Juicio a Genocidas del Circuito Camps:


Esta semana comienzan las audiencias con algunas novedades que por la desidia y la complicidad son moneda corriente.

Demasiados años pasaron para que estas causas lleguen a juicio.

Luego de la anulación de las leyes de de obediencia debida y punto final, comenzaron a realizarse algunos juicios “paradigmáticos” que no incluyeron ni todos los casos, ni todos los centros clandestinos y que reproducen la impunidad para cientos de genocidas que este ritmo de juzgamiento morirán impunes.

Esta semana falleció uno de los imputados que actualmente estaba siendo juzgado en el juicio a los genocidas del Circuito Camps, hablamos del ex comisario Rubén Oscar Páez quien fuera uno de los jefes del centro clandestino de detención que funcionó en la Brigada de investigaciones de La Plata y que estaba acusado de más de 100 casos de privaciones ilegales de la libertad y torturas.

Las continuas dilaciones que se produjeron en la instrucción, hacen un genocida más, muera impune.

En la misma semana que la Cámara de Casación Penal después de 6 años de juicios, dictó una serie de reglas mínimas a aplicarse para intentar acelerar estos procesos, tenemos un lamentable ejemplo de lo que la mora judicial produce. Páez murió sin responder por las desapariciones y torturas de cientos de compañeros.

Por si esto fuera poco, esta semana están citados como testigos de la defensas de Jaime Lamont Smart y de Ibérico Sain Jean, Jorge Rafael Videla y Santiago Omar Riveros (sí leyeron bien, como testigos).

Videla ya fue condenado en la causa 13/84, por muchos de los casos que acá se están juzgando. Pero por otros cientos de casos debería estar imputado.

Resulta un insulto a las víctimas que estos personajes vengan a declarar como si fueran dos testigos más, cuando su responsabilidad penal en cientos de casos es tan escandalosamente visible. Así lo plantearemos en la audiencia.

Sus presencias en este debate oral y en esta condición, parecen responder más a lo mediático que a la obtención de la verdad o al castigo de los responsables.

Así es que si el Tribunal permite sus testimonios, tendremos que lidiar con sus arengas y reivindicaciones.

Por estas razones y porque además declararán familiares y sobrevivientes, que son los únicos indispensables en estas causas, es que te invitamos a presenciar las audiencias. Para repudiar la presencia como testigos de Videla y Riveros, para poner de manifiesto la mora judicial que hizo que Páez muera impune, pero sobre todo para escuchar únicos testimonios que son verdaderamente valiosos.

Lunes desde las 12 horas y martes desde las 10 hs en el ex teatro de la Amia, ubicada en 4 entre 51 y 53, con tu DNI podés ingresar a las audiencias.

testimonios:


Lunes 5/3

MOREIRA, Angélica Raquel (sobreviviente- 1 y 60 BILP- diciembre 1976)

ESCOFET, Gustavo (sobreviviente- 1 y 60 BILP- diciembre 1976)

SANTUCHO, Alejandra (familiar- Arana Com 5ta- diciembre 1976)

PEDREIRA, Manuel (familiar- BILP- febrero 1977)

BARREIRO de MUÑOZ, Carmen Leda (familiar- Com 5ta- diciembre 1976)

Martes 6/3

CASSINO, Teresita Lucía (familiar-Com 5ta-enero 1977)

BUSTAMANTE, María Olga (familiar- Arana Comisaría 5ta- enero 1977)

ZERILLO, Daniel (sobreviviente- Arana- diciembre 1976) caso Sobral

MARCIONI, Graciela Liliana (víctima- Arana BILP Com 5ta- enero 1977)

TRINCHERI, Martín


Colectivo de Abogadxs Populares La Ciega (COB La Brecha)